Biblia rabínica de Ben Hayim
Las fuentes de traducción en lengua original utilizadas por Casiodoro de reina para el Antiguo y el Nuevo Testamento.
A) Fuentes para el
A.T.: el texto hebreo de Jacob ben Hayim ibn Adonijah, la Biblia de Bomberg
(1524-1525)
A
partir del siglo xvi se aceptaban,
de modo casi universal y se tomaban como textus
receptus, para el Antigo Testamento, la Biblia hebrea, el texto de Jacob
ben Chayim ibn Adonijah. Ben Chayim, judío tunecino de origen español
convertido al cristianismo, es quien edita la segunda biblia rabínica publicada
en Venecia entre los años 1524 y 1525. El impresor es Daniel Bomberg (de ahí
que también se la conozca como «Biblia Bombergiana»). Y si decimos «segunda»
Bíblia rabínica, es porque la «primera» ya había sido editada por Félix
Pratensis, también en Venecia y con el mismo impresor Bomberg, en 1516 –
1517.
El
texto ofrecido por Chayim presentaba el texto hebreo en el centro junto con la
masora grande, pequeña y final, y también el Targum. A su alrededor ( por arriba
o a los lados) aparecían los comentarios de Ibn Ezra y Kimchi, entre otros.
Esta versión Bombergiana perduró como texto prácticamente indiscutible para el
Antigo Testamento durante más de cuatrocientos años hasta llegar al mismo
Kittel que lo utiliza en las dos primeras ediciones dela Biblia Hebraica Kittel
(BHK). A partir de la tercera edición el texto utilizado no será el de Chayim
sino el de Ben Asher, tal cual aparece en el códice de Leningrado (B19a), cuyo manuscrito se data en 1008.
Parece que los manuscritos manejados por Chayim eran, en todo caso, menos
antiguos pues su datación es posterior al siglo xii.
Como sabemos el texto base utilizado hoy día como referencia para el
Antiguo Testamento es el de la Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS) que
sigue ofreciendo el códice
leningradense.
B) Fuentes para el N. T.: El Novum
Instrumentum Omne de Erasmo (1516)
Para el Nuevo Testamento en griego el
texto utilizado era el que Desiderio Erasmo había elaborado, de un modo un
tanto apresurado, en su intento por competir en el tiempo de la edición con la
Biblia Políglota Complutense del Cardenal Cisneros. La obra de Erasmo, titulada
Novum Instrumentum Omne, ve la luz en
Basilea el 1 de marzo de 1516, en la imprenta de Johann Froben[1].
El texto griego se acompañaba del texto latino traducido. Tuvo numerosas
versiones siendo la de Robert Estienne,
del año 1550, la más difundida, y muy probablemente la que Reina utilizó. Como
ya hemos señalado en el cap. I del presente estudio, Erasmo
reeditará hasta cuatro veces su trabajo, introduciendo siempre correcciones
destinadas a mejorarlo, algunas de ellas ya claramente tomadas de la
Complutense. En 1534, Simon de Colines (1480-1546) prepara una nueva edición, fundiendo
parte de las ediciones erasmianas con la complutense y añadiendo algunas
correcciones tomadas de manuscritos del siglo xii.
En
1633 Bonaventura y Abraham Elzevir, impresores de Leiden, reeditan el texto de
Erasmo que presentan ahora como Textum
ergo habes, nunc ab omnibus receptus: in quo nihil immutatum aut corruptum
damus[2].
De ahí el apelativo receptus que pasó
a ser aplicado a la edición del texto griego de Erasmo y que traducimos en
castellano por «recibido», término que a su vez parece implicitamente conllevar
pareja la noción de «aceptado».
Erasmo de Rotterdam
Respecto
a otras traducciones que Casiodoro pudo tener a mano a la hora de confeccionar
la suya, no cabe duda que la información de partida hemos de
recabarla de nuevo y de primera mano, en la información que el mismo autor nos
brinda su «Amonestación al Lector». Será centro de atención en un posterior post.
Detalle Textus Receptus
[1] Si es cierto
que la obra de Erasmo fue el primer texto publicado, no fue sin embargo el
primer texto impreso pues el texto complutense sale de los tórculos de Juan
Brocard ya en 1514, aunque finalmente no viese la luz pública hasta el año 1520,
tras la muerte de Cisneros. Véase cap I. Las
ediciones del texto griego, 51- 52.
[2] «El texto que [aquí] tiene
entonces, es el que ahora es reconocido por todos: lo presentamos sin ninguna
alteración ni corrupción». La traducción es nuestra.
Buenísimo. Muy interesante apreciado Amigo
ResponderEliminarBuenas noches :
ResponderEliminarMe podran mostrar
las ediciones del texto griego 51,52
Gracias Dios los bendiga.