miércoles, 25 de enero de 2012



Colegio de santa María de Jesús de Sevilla

LA FORMACIÓN ACADÉMICA DE CASIODORO


Generalmente los biógrafos de Casiodoro de Reina despachan su perfil académico limitándose a decir que hizo estudios en la «Universidad de Sevilla», antes de ingresar como jerónimo en Santiponce. Tan repetida y genérica apreciación no explicita nada concreto, habida cuenta de lo difícil que es acotar el término «Universidad de Sevilla» en la  época en la que Reina vive.
Si Casiodoro nace ca. 1520, será hacia 1536-37 cuando alcance la edad de  ingresar en un centro académico ‒ cualquiera que éste fuese ‒ para realizar sus estudios superiores. La Universidad de Sevilla aún no existe claramente como tal, sino que nos encontramos con una serie de Colegios que se disputan tal título siendo, en todo caso, la institución de Santaella la más reconocida. Casiodoro sería colegial a partir de 1536[1], más o menos, y pensamos que lo fue en esta institución del Colegio de Santa María de Jesús pues el Colegio de Santo Tomás estaba entonces reservado a los estudiantes dominicos (no siendo considerado como universidad hasta 1539). No nos consta dato alguno respecto a su paso por los dominicos. Tan singular hecho no habría de pasar desapercibido ni a sus biógrafos, ni estaría ausente en las informaciones consignadas por la misma Inquisición. Nos hallamos en todo caso ante un punto muy difícil de resolver, dado el vacío documental referente a la matrícula de alumnos entre 1518 a 1546[2] en el citado Colegio-Universidad. Las primeras relaciones del alumnado de las que se dispone van desde 1546 a 1551. La situación aún se complica más si consideramos que, en sus orígenes, la Universidad estaba integrada por dos centros de distinta índole. Por una parte el Colegio, y por otra la Universidad propiamente dicha, si bien ambos bajo el mismo nombre de Santa María de Jesús. 


Alumno "manteista"


La comunidad universitaria estaba compuesta por dos tipos de alumnos, los colegiales, beneficiarios de las becas, y los externos, no becarios, que eran conocidos vulgarmente como «manteístas», a causa de la prenda característica que vestían, y no la beca colegial. Este manteo era una prenda eclesiástica, un abrigo largo que cubría la sotana pero que también usaban los estudiantes en general. No sabemos si Casiodoro fue manteísta o colegial. El Colegio, pensado inicialmente para acoger a estudiantes pobres, se fue transformando en una institución cerrada para los estamentos inferiores, en contradicción con sus orígenes. Los vínculos familiares y el estatuto de limpieza de sangre fueron convirtiendo a los colegiales en una verdadera «casta selecta», destinada a cubrir los mejores puestos de la magistratura, la política y de la misma jerarquía eclesiástica (prebendados, canónigos, inquisidores, obispos...). Si Casiodoro, tal como algunos apuntan, fue un morisco converso[3], el expediente de limpieza de sangre necesario le hubiese impedido ser colegial y tendría que haber sido manteista externo. El tiempo de estancia en el Colegio era de ocho años, suficientes para obtener la licenciatura, el magisterio  o el doctorado. Podía ser menor en todo caso, si se obtenía antes el grado pretendido. Sabemos que entre 1518 y 1550 fueron 73 los colegiales ingresados[4].



A la vista de los anteriores datos, muy bien podemos postular que uno de esos alumnos ‒ becario o manteista ‒,  pudo ser el mismo Casiodoro de Reina.
Que nuestro autor se formó, y se formó bien, en las instituciones universitarias sevillanas es todo lo más que podemos afirmar rotundamente respecto a su perfil académico. El hecho de ser apelado como el «Moisés de los españoles» en el exilio europeo, subraya hasta que punto Casiodoro fue considerado, por su formación y carácter, el eje vertebrador de aquel grupo de españoles, ahora reformados y exiliados en el extranjero. Además, como dato que subraya este hecho, a Casiodoro se le permitió la matrícula en la Universidad de Basilea en 1567 sin requisitos previos[5], autodefiniéndose además, en su carta a los colegiales de Estrasburgo, como homo in litteras educatus (un hombre formado en letras)[6].
Dada la temporalización del programa académico de los colegios del momento, Casiodoro de Reina finalizaría sus estudios universitarios siete u ocho años más tarde (si es que realizó el ciclo de estudios completo como parece). Por tanto habría de ingresar en el Monasterio no primero de los veinte años y no más tarde de los 24. Su afición por  los estudios bíblicos queda consignada en la dedicatoria de su traducción del Evangelio Joánico a Jean Sturm, donde se confiesa adicto, ya desde edad temprana, a las sagradas letras:
          [...] qui sacris oraculis, qorum studiis ab ineunte aetate addictus fuit (que de los oráculos sagrados fui atraido desde la edad primera [7].   
Casiodoro de Reina



[1] La edad límite para el acceso al Colegio de Santa María de Jesús estaba fijado por sus constituciones en 16 años, lo que plantea la dificultad de si los candidatos, a esa edad, tenían la suficiente preparación intelectual exigida para el ingreso. En otros colegios, como el de San Bartolomé de Salamanca, en cuyos estatutos se inspiró Santaella, la edad estaba fijada en 17 años cumplidos. En todas las constituciones de estos colegios estaba presente de algún modo el modelo que supuso el Colegio Español de San Clemente de Bolonia, fundado por D. Gil de Albornoz en el siglo xiv. Cf. Ollero Pina, Universidad de Sevilla, 56. Mª. Anunciación Febrero Lorenzo, aporta amplia información sobre los procesos de selección requisitos y formación académica que se recibía en los seis principales Colegios Mayores Universitarios castellanos, cuya realidad es extrapolable a los del resto de España; Cf., Anunciación Febrero Lorenzo,  La pedagogía de los colegios mayores : a través de su legislación en el siglo de oro,  (Madrid, Instituto «San José de Calasanz» de Pedagogía, 1960) 113-154.
[2] Ollero achaca esta falta de datos, bien a la desaparición de los registros con el paso del tiempo, al desorden administrativo entonces existente, a la incuria y desidia de los primeros años de la vida universitaria o, simplemente, a que la preocupación archivística y registradora no surgiría hasta una etapa posterior, cuando el número del alumnado, estudiantes y graduados fueron requiriéndolo;  Ollero Pina, Universidad de Sevilla, 91.
[3] Menéndez Pelayo así lo plantea, aunque sin mucha convicción, en dos ocasiones. La primera con motivo de la presentación de los orígenes de Reina, aludiendo a la información proporcionada por el secretario del embajador Quadra, Diego Pérez, quien alude a Reina como «morisco granadino» en una relación del 5 de octubre de 1563.  La segunda mención se hace en relación a la su posible autoría del Artes Aliquot… Afirma Menéndez Pelayo que Reginaldus, se referiría a Reina y Montanus podría muy bien aludir a la topografía de su lugar de nacimiento, algún lugar de la serranía de Ronda, en las Alpujarras moriscas; Menéndez Pelayo, Heterodoxos, 112.123-127. Gordon Kinder matiza: «This seems to have been an attempt to discredit Reina, but, if it were true, it hardly matters to any but the Spaniards of the sixteenth century, bothered as they were by limpieza de sangre». Cf. A. Gordon Kinder, Casiodoro de Reina, 18. 
[4] Ollero Pina, Universidad de Sevilla, 204.
[5] Suponemos ‒ y así hubo de ser ‒ que se formó en Humanidades. Esta afirmación general es fácilmente sostenible. Casiodoro de Reina, o mejor habríamos de escribir de “Reyna”, con la grafía que aparece en sus escritos, fue considerado, tanto por amigos como por perseguidores, como el maestro indiscutido de aquel foco hispalense. Contamos también con el dato de que, de entre todos los frailes de San Isidro del Campo que en 1557 huyeron de Sevilla, dirigiéndose a Ginebra, fue Casiodoro de Reina el único que no tuvo que hacer estudios suplementarios de teología, bajo la dirección de Teodoro de Beza, a su llegada a Lausanne. Por otra parte, tanto su calidad intelectual como su criterio de autoridad, le alcanzaron el mérito de ser el único sevillano (aparte de Juan de Sosa, un joyero anabaptista que se había ahogado en Amberes en 1560) a quien los Inquisidores en el Auto de Fe del 23 abril 1562 calificaron con el título de «heresiarca». Cf. A. Gordon Kinder, Casiodoro de Reina, 18-19.
[6] Casiodoro de Reina, Carta a los Colegiales de Estrasburgo,  Archives Saint Thomas (AST)  fol. 48/29, Estrasburgo, sin fecha.
[7] Edward BoehmerBibliotheca Wiffeniana, (Vol.II), 221.








1 comentario:

  1. Soy del pueblo de Casiodoro de Reina que es Montemolin. Comentar que Reginaldus Gonsalvius Montanus...se corresponde con su nombre y apellidos que hoy en dia existen en mi pueblo...REGINALDO GONZALEZ MONTAÑES ..Casiodoro de Reina deriva del griego CASIODORUS..( HERMANO..FRAY) Y REGINA de su nombre propio Reginaldo..gracias

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